jueves, 4 de junio de 2009



Dibujo: Flor del Castaño de Vicent Van-Gogh

Según el horóscopo Celta.


CASTAÑO - Del 15 de mayo al 24 de mayo y del 12 de noviembre al 21 de noviembre - La Honestidad - De belleza inusual, no desea impresionar, con un desarrollado sentido de la justicia, vivaz, es una persona interesada, diplomática de nacimiento, sin embargo se irrita fácilmente y es muy sensible en compañía, muchas veces por falta de seguridad en sí misma, a veces actúa con sentido de superioridad, se siente incomprendida, ama una sola vez, tiene dificultades para encontrar pareja. Símbolo del aprendizaje y el conocimiento oculto. Este nativo es independiente, sensible y autoritario. Cuando se le conoce es encantador. Padece del hígado y la columna vertebral. Fiel a su pareja, si se enamora es tierno, fogoso y sacrificado. Los nacidos en primavera son menos bruscos que los otoñales. Soñador y constructivo, sobresale como arquitecto o diseñador. Color: Berenjena.


Del cuento, La flor del castaño del Marqués de Sade


"Se supone, yo no lo afirmaría, pero algunos eruditos nos lo aseguran, que la flor del castaño posee efectivamente el mismo olor que ese prolífico semen que la naturaleza tuvo a bien colocar en los riñones del hombre para la reproducción de sus semejantes.


Una tierna damisela, de unos quince años de edad, que jamás había salido de la casa paterna, se paseaba un día con su madre y con un presumido clérigo por la alameda de castaños que con la fragancia de las flores embalsamaban el aire con el sospechoso aroma que acabamos de tomarnos la libertad de mencionar. -¡Oh! Dios mío, mamá, ese extraño olor -dice la jovencita a su madre sin darse cuenta de dónde procedía-. ¿Lo oléis, mamá...? Es un olor que conozco. -Callaos, señorita, no digáis esas cosas, os lo ruego. -¿Y por qué no, mamá? No veo que haya nada de malo en deciros que ese olor no me resulta desconocido y de eso ya no me cabe la menor duda. -Pero, señorita... -Pero, mamá, os repito que lo conozco: padre, os ruego que me digáis qué mal hago al asegurarle a mamá que conozco ese olor. -Señorita -responde el eclesiástico, acariciándose la papada y aflautando la voz-, no es que haya hecho ningún mal exactamente; pero es que aquí nos hallamos bajo unos castaños y nosotros los naturalistas admitimos, en botánica, que la flor del castaño... -¿Que la flor del castaño...? -Pues bien, señorita, que huele como cuando se j...

1 comentario:

Anónimo dijo...

... y además de todo eso, los castaños dan castañas.

;-)